'Sobre la Fotografía'
Nunca estoy de acuerdo cuando las palabras 'arte' y 'artístico' se aplican a mi trabajo fotográfico, esto se debe ciertamente al mal uso y al abuso que se hace de estos términos. Me considero como una fotógrafa y nada más. Si mis fotos son distintas a lo que suele hacerse en este campo, es precisamente porque intento no arte sino fotos honestas, sin distorción ni manipulación. La mayoría de los fotógrafos buscan todavía el efecto 'artístico', imitando otros métodos de expresión gráfica. El resultado es un producto híbrido que no llega a dar a este trabajo sus más válidas características: La calidad fotográfica. A lo largo de estos últimos años, se discutió muy a menudo el hecho de que la foto pudiera ser o no un trabajo artístico, comparable a las demás creaciones plásticas. Naturalmente existen muchas opiniones distintas. Hay los que aceptan la foto como modo de expresión al mismo nivel que cualquier otro, y los demas, que siguen mirando como miopes el siglo XX, como el siglo XVIII, incapaces de aceptar las manifestaciones de nuestra civilización mecánica. Pero para nosotros, que utilizamos la cámara fotográfica como instrumento, del mismo modo que el pintor utiliza el pincel, esas opiniones diferentes a las nuestras no tienen importancia. Tenemos la aprobación de los que reconocen los méritos de la fotografía en sus aspectos más diversos y la aceptan como el método más elocuente, más directo para fijar, registrar la epoca presente. Saber si la fotografía es o no un arte, importa poco. Lo que importa es la diferencia entre una buena y una mala fotografía. Por buena, se entiende el tipo de fotografía que acepta todos los límites inherente a la técnica fotográfica y utiliza al máximo las posibilidades, las características que ofrece este medio. Por mala, se entiende lo que se hace, digamos, con una especie de complejo de inferioridad, sin apreciar lo que la fotografía ofrece en sí, pero recurriendo al contrario a todo tipo de imitaciones. Las fotos realizadas de esta manera dan la impresión de que el autor tiene casi vergüenza de fotografiar la realidad ya que busca esconder la esencia misma de su obra, con trucos y falsificaciones que solo puede apreciar el que posee una afición desviada. La fotografía justamente porque puede producirse solamente en el presente y porque se basa en lo que existe objetivamente ante la cámara fotográfica representa el medio más satisfactorio para grabar con objetividad la vida en todos sus aspectos, y de ahí su valor como documento. Si a eso le añadimos la sensibilidad y la inteligencia y, sobre todo, una idea clara sobre el papel que debería desempeñar en el campo del desarrollo histórico, creo que el resultado merece un lugar en la producción social.
Tina Modotti